Es lo que tiene estar tan cerca del mar: apetecen las excursiones para disfrutar de la brisa marina, de las vistas de la Ría, del batir de las olas en sus pedreros y de la degustación de sus frutos, de los que les llámpares son los más asequibles pues es fácil recolectar un par de kilos. Ideal para compartir con los amigos, y mejor si van acompañadas de una paella y unas sidras. Esta es la reseña gráfica, creo que sobran más comentarios.
Veo, por tus fotos (¿semeyes?), que alimentas por igual el espíritu y el cuerpo.
ResponderEliminarY eso es bueno, guardar un equilibrio.