Hasta aquí fue de viernes noche. Después del paréntesis del sábado por tierras ponguetas y llastrinas, que ya lo puse en la anterior entrada, volveríamos el domingo a rematar la jugada con una paella ...
El paseo puso de manifiesto lo extensa que es la Parroquia de Argüeru, la falta que hace que se reparen los caminos y la maravillosa vecindad del mar y sus pedreros y acantilados. Lástima que sean tan caras las viviendas ...!
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