lunes, 17 de octubre de 2011

Del monte castañes, del mar llámpares

El refrán dice "del mar el mero y de la tierra el cordero", pero aprovechando el buen tiempo y la visita de nuestra nueva familia hispano-alemana quisimos emular a nuestros ancestros recolectores haciendo prácticas de supervivencia, un día en el monte y otro en la mar, de ahí el título que me acabo de inventar.


Primera parada en Isongu, el saludo a la familia

  
El camino estaba lleno de elementos gastronómicos 
como los gochinos de Clara, que pronto tendrán su inevitable Samartín


También hay elementos religiosos, como Santumedero. Aunque en este caso es vecín antes que santu.

Los texos son otros elementos singulares que jalonan la ruta. María ante uno de los tres texos que plantó su abuelo. Éste, junto a la casa familiar, en El Valle.


Santumedero también tiene ahora su texu, aunque
le falta bastante para llegar a la edad de su vecino milenario de Abamia, a vista de pájaro miope

Otros dos elementos típicos: hórreo y maíz


Los manzanos exhibían sus frutos en pleno monte 
Aunque parezca otra cosa, las damas no contemplan las manzanas caídas del árbol ...


... si no una nueva versión de "Elisa debajo de un manzano". Que tenía quien le velara el sueño




Aún faltaba rematar la jornada. Íbamos a castañes
Y alguna cogimos, aunque aún les faltaba un puntín




Finalmente, un cafetín en casa fraterna cerró la
 excursión al monte. Había que volver a la costa



Y en la costa nos esperaba al día siguiente el pedreru de Luces. Armados cual mosqueteros nos aprestamos a la faena



Pesca ecológica. Sólo lo necesario para el aperitivo. Detrás, habría paella





Todos contentos, los mayores disfrutando de la actividad campestre - marítima y de la comida correspondiente y los más pequeños seguro que van tomando nota

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