domingo, 29 de mayo de 2011

En Picos, las cumbres blanquean y las vegas verdean ...

A punto de entrar en junio pude escaparme a los Lagos de Covadonga, desde el mar a la montaña, haciendo honor al título del blog. Siempre me sorprenden los contrastes entre la roca caliza y los verdes que parecen brotar de ella, con los distintos tonos de las camperas, tojales y hayedos. Pero este fin de semana que cerraba mayo, una excursión improvisada me hizo redescubrir parajes de la infancia y sentir la fuerza y la belleza de unos lugares mágicos. Hoy os paso esta primera entrada, versión ganadera. En días próximos, más ...  




Yendo de Enol a la Vega el Huertu, entre la niebla. 




Desde La Ercina el espectáculo mejoraba,
la niebla había despejado algo



Que fue año de nieves lo demuestra el nivel del lago, que parece haberse recuperado de sus filtraciones
La abundante humedad del suelo es garantía de que habrá buen pasto en las vegas de la zona. Seguimos en La vega del Ercina 



Aquí, en la vega de Enol, junto al lago


Otras prefieren la hierba más fibrosa, entre
 los riscos.

Y aguas abajo, desde Comeya hasta la pradería de Covadonga, las camperas, vegas y majadas están poniéndose a tono para servir de sustento a la amplia cabaña ganadera, que aún continúa subiendo ...  


Comeya es una de las buenas. La semana próxima ya subirán las yeguas








Más abajo, casi a la vista de Covadonga, los prados que antaño se reservaban para heno y para cubrir la carestía estival de las zona más bajas, se aprovechan ahora a diente, retrasando la subida a los pastos altos.

Brañamera guarda para mí vivencias de una infancia trashumante. Fue durante años mi campamento de verano



Y ésta será la estampa más frecuente que se encontrarán los visitantes de la zona en los próximos meses. Harán bien en armarse de paciencia.

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