1º de Mayo y bajamar a las 10 de la mañana. Armados de cestos y peladores, y con la cámara de fotos, nos dirigimos a Lluces, y de allí a uno de sus pedreros, el más oriental. Estas imágenes dan idea de lo que vimos e hicimos allí y me encanta compartirlo. Lo que ya no será posible compartir son les llámpares, que al estilo habitual (afogaes con sidra) sirvieron de opípara cena en un entorno rural que lucía ayer una espectacular puesta de sol.
Parecía que se querían meter solas al cesto.
El oleaje exigía atención, en este pedreru se forman olas espectaculares para practicar el surf.
Además de pescar llámpares había cosas guapas que ver, como esta especie de anfiteatro natural, decorado de verde por la madre naturaleza
Un verde especial, verde marino, bien diferente del que se ve en las praderas que llegan hasta el mismo borde del acantilado
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