lunes, 16 de mayo de 2011

San Silvestre contra San Isidro (II)

Continuando con las reflexiones sobre si conviene dejar que la naturaleza asilvestre el territorio o si es preferible buscar el equilibrio con las actividades agroganaderas, os dejo otras cuantas imágenes indicadoras de cómo se va resolviendo el conflicto, de manera lenta pero inexorable, en el entorno de la Ría de Villaviciosa. Y otro día hablaremos de la montaña


El regatu del Sebrayu, dentro de la Reserva


Acceso florido a una propiedad particular, también dentro de los límites de la Reserva de la Ría, en Tornón. Se acerca San Juan ... 
En pleno porreo, al mismo pie de la Ría.

A semejanza de lo que se hizo en zonas similares, y como ejemplo sirvan  los Países Bajos, las zonas de los porreos de Villaviciosa fueron durante siglos objeto de lucha constante con la Ría, en un difícil equilibrio que permitiese sacar algún provecho agroganadero, que algunos pensamos que es perfectamente compatible y hasta beneficioso, con la consideración de Espacio Protegido. La Ley de Costas combinada con la declaración regional de Reserva Parcial de la Ría de Villaviciosa,  ahora incluida en la red RAMSAR, están desplazando si no rompiendo ese equilibrio, sin contraprestaciones perceptibles para los gestores tradicionales del territorio ...  






Si dentro de la Reserva es la normativa la que limita la actividad, en las zonas próximas se observa también un claro abandono del uso del territorio para fines productivos agrarios, por lo que me temo que cada vez serán más añoradas imágenes como la facina de heno o las plantaciones de manzanos.



Esperemos que se imponga el sentido común y que la evolución de la gestión de estos espacios, protegidos o no, se reoriente incluyendo y fomentando las actividades agroganaderas como herramienta para el mantenimiento del medio, la generación de renta y la fijación de población. Será la única forma de que las generaciones futuras puedan disfrutar de estos o similares paisajes. 

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